viernes, 30 de mayo de 2008

Paraguay, músicos, política y nuevo gobierno (III)

Itaipù, principal fuente de ingresos.

Itaipù es la principal herramienta disponible para los torcidos fines mencionados en el articulo anterior, seguidamente daremos algunas ideas de cómo lo hacen:

· Discriminando a los músicos, privilegiando a los leales que se convierten en cómplices, metidos en mil ¨fatos¨ que permiten ¨operar¨ sin ¨crear problemas¨.

· Estos músicos por lo general, tienen un ¨cupo¨ fijo de Itaipù y/o Yacyretà, ese monto es saldado con cierta cantidad de presentaciones y los montos percibidos por ellos son menores a los que ¨figuran¨ en los comprobantes (sobrefacturación).

· Los músicos que no forman parte de esto, terminan perjudicados por que no pueden competir en un mercado distorsionado, orientado y construido en base y función a corruptos intereses políticos y económicos. ¿ Como intervenir en los principales festivales, si el gobierno, a través de Itaipù, ¨regala¨ o acompaña su ¨auspicio¨ con su lista de artistas ?.

· Otra vía es la contratación de equipos de sonido y otros soportes, esencialmente con el mismo fin y mecanismo.

· En Itaipù se dice ¨aquí tenemos nuestra forma de hacer las cosas, ya todo esta encaminado…¨, indicando por las dudas a quien interese, que no hay posibilidad de cambiar nada y que está mal preguntar.

· Los directores y funcionarios influyentes o políticos, son los ¨bondadosos amantes¨ de nuestra música que ¨regalan¨ ciertos números a los festivales, esto es anunciado en los mismos para incrementar el prestigio de los mismos, ocurre algo muy parecido al publicitado negociado de los medicamentos por los secciónaleros y operadores políticos.

· Los músicos de línea ¨contestataria¨ están rabiosamente excluidos !!.

· Los que no están en la ¨lista¨ de privilegiados, son contratados ocasionalmente, cuando deben cubrir un evento y no disponen de músicos, o cuando la insistencia es tenaz y a veces por el propio ¨peso¨ y prestigio del interprete, pero esto, considerando la totalidad es insignificante. Además, para conseguir un contrato ocasional, hay que recurrir a algún amigo que posea influencias.

· Todos los pagos son sistemáticamente ¨bicicleteados¨ y con facturas al contado presentadas mucho tiempo antes. Esto se agrava en épocas electorales, y ahora que hay que ¨maquillar¨ con urgencia.

· La orientación artística es inexistente, se termina promoviendo contenido totalmente opuesto a nuestras raíces musicales, que pasan a un segundo plano, los músicos van adquiriendo cada vez más una orientación ¨comercial¨ acorde con esta especie de ¨circo musical¨ al cual nos vienen acostumbrando desde hace años.

· El auspicio a programas en los medios de comunicación, aunque en bastante menor grado que en los programas de contenido político o social, también causa estragos, por su falta de equidad y orientación.

· Los programas y medios de comunicación así como las organizaciones de los eventos culturales encabezadas por leales al gobierno reciben apoyo financiero de Itaipù y/o Yacyretà.

· Cuando los ¨beneficiarios¨ no son del todo ¨leales¨ al gobierno, no reciben el tal apoyo económico o en su defecto (cuando es inevitable) lo reciben en mucho menor cantidad y con retraso, etc.

Los propios periodistas o medios hacen difícil (hasta ahora, veremos mas adelante...) combatir toda esta maraña. Que crìticas harían a èsto nuestros programas culturales que son financiados por Itaipu ?.

Sobre los AUSPICIOS a programas culturales y otros, hay que decir, que la ley, contempla cierto monto para los mismos, estos a nuestro criterio, deben ser seleccionados y cumplir ciertos requisitos, ocurre en algunos casos que el programa promueve a músicos que son sus clientes, en estos casos, el contenido de dichos programas, responde a sus intereses particulares. Generalmente estos periodistas, promueven en ellos los eventos de su ¨empresa productora¨. En todos los casos similares, el estado no debe aportar para estos programas, ya que no tiene sentido que con el dinero del pueblo, se favorezca intereses particulares. Lo correcto sería que estos programas sean auspiciados por sus beneficiados, por ello, si son programas que realizan difusión o promoción de artistas sin discriminación, aunque sean sectoriales, estarían aptos para recibir los auspicios del estado o entes públicos.

De todo lo expuesto antes, no hay que deducir, y esto es lo peligroso, que eliminando los eventos y el apoyo de Itaipù y otros entes, se soluciona el problema. Esta solución, muy atractiva para mentes ECONOMICISTAS y para algunos sectores políticos CONSERVADORES que desconocen totalmente la función y efecto que el fomento cultural produce en las sociedades, terminaría estrechando aún más el escaso mercado actual para nuestros interpretes. Hay que tener en cuenta que con el sólo mantenimiento de iguales recursos a los destinados actualmente, los resultados serán mejores, suponiendo la eliminación de privilegios, la reestructuración y el manejo transparente de los recursos.

Para la frontera y zona de influencia de Itaipù y Yacyretà, debe trazarse un completo plan cultural y turístico y destinar importantes recursos para su realización. Debe incluirse aquí el fomento cultural en las zonas de penetración brasileña.

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