lunes, 2 de junio de 2008

Paraguay, músicos, política y nuevo gobierno (IV)

Resumen de propuestas, referentes a la música sus interpretes y creadores:

Inexistencia de políticas cultuales.

Definir lineamientos políticos culturales: En lo referente a la música y sus interpretes, privilegiar, fomentar y proteger la música paraguaya de origen e inspiración folclórica y popular, así como a sus interpretes y creadores.

Ninguna política cultural será satisfactoria si sus resultados no alcanzan a los trabajadores de la cultura, a mejorar su nivel de vida, esto es lo primero y lo principal.

Mercado insuficiente y cada vez mas pequeño.

Es necesario fomentar, proteger y construir un mercado que logre el mejoramiento del nivel de vida de los interpretes y creadores, esto traerá consigo igual impacto en la difusión y contenido de nuestra música.

Análogamente a la llamada ¨discriminaciòn positiva¨ que se aplica en los casos de género, debe aplicarse a nuestra música y músicos.

Deben incorporarse medidas proteccionistas, de tal forma a contrarrestar la invasión cultural. Igual que la protección de cualquier producto nacional afectado por el contrabando.

Los conceptos de ¨libre mercado¨, ¨mercado abierto¨, se contraponen absolutamente a la conservación de nuestras raíces culturales, hay que hacer todo lo contrario. Este es un tema espinoso, considerando que el gobierno actual está compuesto y/o apuntalado por los más convencidos ideólogos de dichos conceptos.

Decadencia y crisis de nuestra música de origen folclórico y popular.

Cuando decimos que nuestra música de raíces folclóricas esta en crisis, queremos decir claramente que los RITMOS DE ORIGEN FOLCLÓRICO están en crisis, a esto y otros elementos le llamamos FORMA.

Hoy el CONTENIDO sigue siendo importante, pero la FORMA ha adquirido características estratégicas. La sobrevivencia de los propios ritmos esta en juego, desplazados por otros ¨moldes¨ y difundidos por los propios músicos populares en su intento de sobrevivencia y adaptación al mercado. En rigor, el elemento RITMO es en realidad el fundamental de nuestra música, pero las luchas políticas han obligado a poner adelante el contenido poético, hemos descuidado lo otro y nos está yendo mal.

Muchos de nuestros nuevos creadores, ya no consideran nuestros ritmos nativos como parte fundamental de sus creaciones, la música urbana parece desconocer nuestras raíces y adopta raíces que no son suyas. Estas actitudes no son patrimonio exclusivo nuestro, la lucha se hace cuesta arriba porque los músicos mejor formados e instruidos, han optado por estructuras y ¨moldes¨ musicales ajenos a nuestra identidad. Esto seria aceptable cuando sólo importa el contenido, pero no es el caso de nuestra realidad actual.

Este estancamiento acelera la migración a otros ¨moldes¨ musicales, debemos ¨revolucionar¨ la forma de nuestra música nativa. Tener cuidado que defender la FORMA no es DEFORMARLA, El elemento principal es el RITMO, nuestra música ofrece mil variantes y espacio inagotable para la creatividad. Contradictoriamente, cuando un músico cree aportar algo, lo primero que destruye es su ritmo. Los paraguayos somos muy particulares, ¨arreglamos¨ nuestras músicas con ritmos foráneos pero rara vez le ponemos nuestros ritmos a creaciones extranjeras, ¿por qué será?. Todo esto debe ser motivo de profundo estudio, recurriendo a nuestros experimentados maestros y la comunidad de autores e interpretes en general, no se debe improvisar en algo tan importante y las ideas aquí vertidas deben ser tomadas en ese contexto.

Generalizada falta de transparencia.

La falta de transparencia es un mal que ha permeado toda la sociedad, por tanto, hay que transparentar, igual que todo en el país. Este es el mayor problema, ya que existen casos de corrupción gigantescos, lo cual motiva que el resto parezca pequeño y se le preste poca atención.

Transparentar no será posible sin la comunidad cultural organizada en lucha permanente y vigilante, no debemos restarle un ápice de importancia a esto. Además no hay que creer que los músicos y nuestras organizaciones escapamos a esa deuda histórica, debemos ¨empezar por casa¨.

Dificultades, ineficiencia y desorientación de los gremios de músicos.

En tiempos de dictadura, los pueblos oprimidos han creado sus organismos culturales de combate. Igual ocurrió aquí con el movimiento del ¨nuevo cancionero¨. Hoy la organización y esfuerzo deben ser los mismos, pero la orientación debe ser totalmente diferente. Actualmente no es sólo el contenido de nuestras canciones lo que está en crisis (las poesías, sus letras), es la base misma de nuestras raíces, es la propia música la que está en crisis, los ritmos de la polca, la guarania y otros, están siendo abandonados y substituidos por lamentables propuestas o en el mejor de los casos por ¨mùsica alternativa¨. El problema no es la existencia de nuevas propuestas, es la marginalidad en que apenas subsiste nuestra música y su identidad, es el desplazamiento de lo nuestro, la dificultad de coexistencia.

Debemos crear, fundar o refundar una organización de lucha de los músicos y artistas populares con bases sólidas y claros contenidos reivindicativos. Debe revivirse algo parecido al ¨nuevo cancionero¨ pero con planteamientos adecuados a la realidad actual y abarcando todo el país.

Hoy, tal vez exista un apresuramiento, en conformar las estructuras de poder y formar parte de ellas. No está mal eso, ya que seria peor quedar excluidos. Pero hay que entender que eso no es suficiente para llegar a los objetivos planteados aquí. Sin una organización combativa que apuntale, elabore e impulse esas ideas, todo será inútil. Además debemos señalar, que hasta hoy, las estructuras burocráticas se han quedado con la mayor parte de los recursos y los músicos no hemos podido ser realmente beneficiados. Debemos abandonar esta estructura tipo ONG, burocracias de ¨enormes cabezas¨ con el fin de crear puestos laborales que gastan una enorme cantidad de dinero, dejando a los beneficiarios con las sobras.

Nuestro país está lleno de músicos ¨jubilados¨ por opción propia. Es un desperdicio la cantidad de ellos que se dedica a otras labores porque la música no les da para vivir. Inclusive, hay que observar que ellos son nuestros futuros ¨buròcratas¨. Ellos deben revivir en sus mentes sus pasados y ponerse en lugar de quienes representarán en el futuro.

Debemos apuntar a desburocratizar de tal forma que los beneficios y efectos de los fondos aplicados a este fin produzcan impactos apreciables en el corto plazo. Cuanto mejor definidas las leyes y reglamentos esto será más simple y menos burocrático.

Se deben equilibrar proporcionalmente las áreas de fomento cultural, considerando el de la música como el más próximo al pueblo, y por tanto el que mayor impacto puede producir. Esto es de fundamental importancia para los músicos, la composición de los organismos debe reflejar claramente esta proporción. Aquí, los músicos, tenemos la desventaja en los siguientes sentidos: Los músicos en actividad no disponen del suficiente tiempo para pelear ese espacio. Los demás sectores tienen gente muy bien preparada intelectualmente y además residen en su mayoría en Asunción, que es donde se decide todo. Tenemos en todo caso nuestro ¨ejèrcito de reserva¨ que constituyen los músicos que actualmente dejaron los escenarios y se dedican a otros aspectos relacionados a la música, como así también a los creadores, que a diferencia de los interpretes, cumplen un trabajo intelectual y poseen una profunda sensibilidad hacia lo nuestro.

Hoy la lucha debe ser por la recuperación de nuestra identidad musical, discriminando positivamente a favor de los creadores e interpretes que la apuntalan.

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