martes, 27 de mayo de 2008

Paraguay, músicos, política y nuevo gobierno (II)

Músicos victimas del clientelismo y de operadores políticos.

Nuestra música paraguaya de origen folclórico y sus interpretes se desenvuelven en el mismo marco de corrupción que afecta a otras áreas de actividad de la sociedad.

Los músicos son, de lejos, el sector artístico más numeroso y popular que vive de la actividad cultural en forma profesional, seguido por otros como la danza y el teatro. Ocurre algo parecido, al fútbol en relación a los demás deportes.

Los interpretes son, en su mayoría, el eslabón mas débil, ya que apenas subsisten, por tal motivo son inducidos con mayor facilidad a aceptar y callar estas situaciones.

Agobiados por la miseria, la falta de oportunidades y de mercado, la consecuencia es la limitada preparación intelectual y en muchos casos los vicios como el alcohol, Los más miserables mercan con ¨su arte¨ en una especie de ¨prostitucion musical¨, trabajando en las calles o bares, esperando la llegada de sus clientes. Presentarse en eventos políticos del gobierno es casi un privilegio disputado por muchos, varios de los cuales ahora le llevan ¨serenatas¨ a Lugo, apostando a la infalible formula del ¨cepillo¨. Este tipo de actitudes oportunistas, es moneda corriente y forma parte de su desatinada referencia moral.

Los interpretes estuvieron siempre dependientes de las migajas que caían de las mesas de los gobernantes y sus influencias. Los músicos, cuanto más miserables, más dependientes del sistema perverso de prebendas y cepillerismo, ellos ¨hacen su agosto¨ durante los procesos electorales ¨creando¨ canciones para los candidatos (música kele`e) , interviniendo en sus actos al mismo nivel que sus operadores políticos con la supuesta excusa de que es un ¨trabajo profesional¨, es decir lo profesional, por lo visto, está desprovisto de escrúpulos, de alma, de arte, de todo, algo parecido al ¨permiso¨ social que tienen los abogados para defender a los delincuentes, pero diferente a estos, sin los beneficios argumentativos que lo justifiquen.

El nivel instructivo de nuestros músicos y autores se corresponde (salvo honrosas acepciones) con el resultado de nuestras creaciones e interpretaciones. La miseria económica de sus interpretes està en directa relación con su desempeño. Algunos dirán que no están de acuerdo porque hay muy buenos músicos y creadores, que siempre los grandes genios murieron pobres, etc (que lindo!). Lo que realmente existe es una gigantesca vocación y amor a nuestras raíces, pero lo que no se puede tapar es su decadencia, hace mucho tiempo nuestra mùsica originaria está en terapia intensiva y en clara existencia marginal.

La mayoría de los cargos que interesan a la cultura musical está copada por operadores políticos (municipios, gobernaciones, entes estatales, comisiones pro festejos, etc.).

En los eventos tradicionales de mayor envergadura (festivales nacionales de prestigio y otros), también intentan y en algunos lo consiguieron, reemplazar a sus dirigencias por operadores leales al gobierno, lo cual desprestigia estos eventos e inicia el camino a su corrupción y decadencia.

Cuando no lo consiguen, el mecanismo es la extorsión por vía de la asfixia financiera. En la mayoría de los casos, si no en todos, en que operadores políticos manejan estas organizaciones, existe corrupción, es más, el motivo de la existencia de las mismas es el ¨rebusque¨, el robo. Cuando el motivo no es el robo, es el aprovechamiento político del evento para ganar prestigio ante la ciudadanía.

Estos operadores políticos metidos a ¨gestores culturales¨, aparte de robar, son muy malos en su función cultural, terminan desvirtuando todos los eventos y desorientando a los interpretes y la ciudadanía en general. Ya que el único motivo es aprovecharse, tratan de ¨dejar contento al pueblo¨ dándole ¨circos culturales¨ lo cual es fácilmente aceptado por el público y garantiza la impunidad de sus mentores (hasta ahora).

El sistema corrupto y clientelista ha copado todo espacio disponible con el fin de aprovecharse económicamente de los mismos, o en su defecto, políticamente (a la vez de ganar prestigio político, desplaza a sus críticos o adversarios). Nuestros eventos musicales, son una victima más, y los músicos fuera de la rosca mafiosa son los que ¨pagan el pato¨ en su mayor grado.

Gran parte de la responsabilidad de las situaciones arriba mencionadas, es la falta de CRITICA y la ORIENTACIÓN DESVENTAJOSA DE LOS MEDIOS de comunicación con nuestra música y cultura en general. Todo esto indica una CLARA MALA ORIENTACIÓN POLÍTICA DEL GOBIERNO EN RELACIÓN A NUESTRA MÚSICA.

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